Comías fruta y verdura, nada de grasa, bebías agua... pero han pasado unos meses desde que acabaste la dieta y ¡la báscula marca lo mismo que al principio!
Esta fluctuación de peso es lo que se llama "efecto yoyó". Una situación que se repite con frecuencia si se siguen dietas desequilibradas para deshacerse de los kilos en poco tiempo. Si entiendes qué es lo que ocurre en tu cuerpo sabrás qué es lo que tienes que hacer para evitarlo y así conseguir quedarte en tu peso ideal.
Por que te cuesta tanto mantenerte delgada
La incapacidad de mantener el peso estable tras haber seguido una dieta desequilibrada de adelgazamiento es el resultado de haberte sometido a un período de tiempo de fuerte restricción alimentaria y seguir con otro sin contención alguna.
Tu metabolismo se vuelve más lento
Cuando sometes a tu cuerpo a un régimen con muy poca comida, el organismo se adapta a la escasez gastando menos energía con el objetivo de no quedarse sin reservas. Dicho de otra manera, el metabolismo reduce su gasto calórico porque
El problema viene cuando dejas la dieta restrictiva (que, evidentemente, no puedes mantener durante demasiado tiempo) y vuelves a tu alimentación habitual porque, como tu cuerpo está en plan ahorrativo y gasta menos energía, se produce un efecto rebote.
Tiendes a aimacenar más grasa
Y es que, si acostumbras al cuerpo a funcionar con un nivel más bajo de energía del normal, al proporcionarle de nuevo una cantidad de alimentos abundante, este reaccionará almacenando (en forma de grasas) todo lo que pueda para poder soportar otra posible "época de escasez". la consecuencia será que enseguida cogerás el peso que tenías, incluso algo más.
Cada vez te cuesta más volver a perder kilos
Además, este efecto va mermando la capacidad para perder peso de tu cuerpo, por lo que cada vez te será más difícil adelgazar. Por eso, para volver a intentarlo normalmente se recurre a otra dieta aún más drástica que la anterior.
Y no logras controlar el hambre Por otro lado, cuando abandonas la dieta restrictiva tu metabolismo va "más lento", pero también ocurre que los sistemas hormonales que regulan el hambre y la saciedad se alteran: los valores de leptina (hormona que reduce el apetito) disminuyen y aumentan los de grelina (estimulante de apetito y culpable de la sensación de estómago vacío que te lleva a comer de más).
Lo peor es que estos cambios hormonales son más pronunciados si la pérdida de peso ha sido muy rápida o si la dieta que has seguido es muy desequilibrada (demasiado hipocalóricay, en especial, si carece de carbohidratos). Esto hace que te resulte difícil mantenerte en tu peso porque te cuesta horrores controlar el apetito.
El culpable del efecto yo-yó
Detrás del efecto rebote o efecto yo-yó normalmente se encuentra una dieta "milagro". Este tipo de dieta se caracteriza porque no está basada en criterios científicos y promete una pérdida de peso rápida.
Un 80% de quienes quieren adelgazar utiliza alguna de las dietas milagro que cada año se pone de moda con la promesa de perder un montón de kilos sin apenas realizar ningún esfuerzo. pero loque note dicen es que, al poco tiempo, un 95 % recupera el peso original, con lo que se suele recurrir a otra dieta aún más restrictiva. Un círculo vicioso que sólo se evita y se rompe si se va adelgazando de forma sana.
La dieta ideal que te mantiene
Para mantenerte en tu peso es clave que incluyas alimentos ligeros que sean equilibrados y que no carguen de calorías vacías tus menús.
Toma 3 raciones de frutay2de verduras en tu dieta cada día, preferentemente frescas y sin añadir les salsas o cremas grasas.
Empieza las comidas y las cenas con verduras. De segundo, alimento proteico. Y no olvides la ración de carbohidratos en todas las comidas.
Bebe 1,5-2 litrosde agua al día y si te entran ganas de picartoma antes un vaso de agua. Como tentempié, un zumo casero que sacia.
La dieta ideal que te mantiene
Para mantenerte en tu peso es clave que incluyas alimentos ligeros que sean equilibrados y que no carguen de calorías vacías tus menús.
Toma 3 raciones de frutay2de verduras en tu dieta cada día, preferentemente frescas y sin añadir les salsas o cremas grasas.
Empieza las comidas y las cenas con verduras. De segundo, alimento proteico. Y no olvides la ración de carbohidratos en todas las comidas.
Bebe 1,5-2 litrosde agua al día y si te entran ganas de picartoma antes un vaso de agua. Como tentempié, un zumo casero que sacia.
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