■ Contraer los músculos de la vagina, como cuando se intenta interrumpir el flujo urinario.
■ Mantener esa contracción por 10 segundos, y luego relajar la zona. Hacer cuatro o cinco series continuas.
■ Evitar hacer contracciones con los músculos de las piernas y del abdomen.
Son una excelente manera de fortalecer los músculos de la parte superior del cuerpo, necesarios para cargar al bebé. Es buena idea tratar de incluir la siguiente rutina en los ejercicios que se realizan a diario:
■ Colocar las manos y rodillas sobre el suelo, con las rodillas ubicadas directamente debajo de la cadera, y las manos a nivel de los hombros.
■ Mantener la espalda derecha y el estómago contraído, para flexionar suavemente los codos, y luego estirarlos nuevamente.
■ Respirar de manera normal, con tranquilidad, y bajo ningún motivo tensar el área.
■ Hacer tres sesiones de 10 repeticiones cada una.
Este ejercicio ayuda a tonificar los músculos abdominales, pero su efecto es un poco lento, así que no debe haber preocupación alguna si no se ven los efectos a corto plazo. La mejor rutina es la siguiente:
■ Recostarse de espaldas, con las rodillas flexionadas y las manos detrás de la cabeza.
■ Respirar y, a medida que se exhala, contraer los músculos del abdomen.
■ Apoyar la parte baja de la espalda sobre el suelo, levantando la cabeza y los hombros. Mantener el torso contraído.
■ Bajar con suavidad, y repetir la secuencia unas diez veces.
■ Recostarse de espaldas, con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo.
■ Inhalar y expandir el abdomen.
■ Exhalar y levantar el coxis, mientras se deja la cadera apoyada en el suelo.
■ Contraer los glúteos cuando se llegue a la posición más alta. Hacer dos series de 10 repeticiones.
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