lunes, 17 de junio de 2013

Dieta crudista y sus beneficios

Desde hace algún tiempo, se han realizado muchas investigaciones que han obtenido los mismas conclusiones: Consumir frutas, ensaladas y vegetales ayuda a las personas que desean perder peso y lograr una mejor salud.

De alli ha surgido una tendencia -variante del vegetarianismo- que se reconoce con el nombre de crudismo, crudivegana, o alimentación crudista (raw food en inglés) y trae múltiples beneficios.

La dieta crudista ayuda al organismo, ya que le aporta mayor cantidad de nutrientes y energía. Los crudívoros se caracterizan por consumir alimentos sin cocinar, no procesados, y a menudo orgánicos, en un porcentaje entre 60 y 100% de su dieta. Ellos sostienen que cuanto más crudista sea una persona, más beneficioso es para su salud.
 
Consumo internacional 

A escala mundial, existe una gran ingesta de este tipo de alimentos: en Japón es muy común la elección del sush¡; en Perú se come el pescado crudo marinado, es decir, el famoso ceviche; los nativos de América del Sur, consumen la carne cruda secada al sol (charqui); los rusos, el caviar; los europeos, el carpaccio o jamón crudo; y los occidentales en general, utilizan mayonesas y batidos a base de huevos crudos, leche fresca y aceites de semillas.
 
¿Por qué crudos?
 
Diversos métodos de cocción (incluyendo al vapor), provocan una pérdida del contenido de proteínas, azúcares, grasas, sales minerales y vitaminas. Por ende, los crudlstas mantienen las comidas en un estado prácticamente natural, que logra proporcionar una serie de 

Beneficios:
 

■ Evitar la leucocitosis (aumento de los glóbulos blancos).
■ Conservaren buen funcionamiento toda la actividad enzlmática.
■ Regular las funciones de los intestinos, estómago e hígado.
■ Hidratar y mejorar el aspecto de la superficie cutánea.
■ Conservar los dientes sanos.
■ Aportar resistencia a las uñas.

Dieta natural 

Es óptima para batallar problemas de peso y desíntoxicarse. Un testimonio de esta dieta es el de Mercé Passola, una española de 67 años, vegetariana desde joven, que decidió convertirse en crudívora. Esencialmente come frutas, verduras, algas, germinados y frutos secos, entre otros, y asegura que pocas veces ha tenido que ir al médico. 

La única dificultad que encontró fue al principio, ya que necesitó aumentar la frecuencia de consumo a cada dos horas, ya que es una ingesta muy ligera, y se digiere rápido. Al tiempo, el sistema digestivo se acostumbra, y los beneficios son innegables.
 
Receta de la dieta crudita: Crujiente de zanahoria 

Ingredientes:
■ 1 kg de zanahorias
■ 100 g de ajos tiernos
■ Crema de almendras
■ 600 g de pimiento rojo
■ 100 g de puerro
■ 340 g de brócoli
■ 16 g raíz de jengibre
■ Aceite de oliva
■ Cilantro fresco
■ Sal
 
Para la base. Lavar y rallar las zanahorias finamente y reservarlas. Picar el ajo. En un recipiente, unirlo a la zanahoria, sal y crema de almendras, mezclando con las manos. En una bandeja, deshidratarlos hasta que esté crujiente y cortar. Para la cobertura. Sacar las semillas del pimiento, y cortarlo en tiras finas. Pelar y cortar el puerro en julianas, agregar flores de brócoli. 

Pelar y rallar el jengibre. Colocar los ingredientes con el aceite en un bol, y macerar por media hora. Agregar la mez-cla sobre la base de zanahoria reservada, y añadir cilantro fresco.

Recomendaciones

Las limitaciones para los crudistas en realidad son muy pocas: la más Importante, es que los alimentos deben estar en la medida de lo posible muy frescos; además de mantener buenos hábitos de higiene al prepararlos, ya que tienen una mayor predisposición a causar enfermedades bacterianas si no se les da un cuidado apropiado. 

Entre las recomendaciones fundamentales, están las siguientes:
■ Emplear utensilios limpios y secos, que no hayan sido usados.
■ Frotar la superficie de las frutas y las verduras bajo el agua.
■ Eliminar las hojas exteriores de las coles y hierbas.

 

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