En términos generales, la dieta de eliminación es una dieta disociada, que fue concebida originalmente como una herramienta terapéutica para detectar posibles hipersensibilidades o alergias.
De hecho, en muchas personas, la enfermedad celíaca (intolerancia al gluten) ha sido detectada gracias a lapráctica de esta dieta y, posteriormente, siguen con el régimen de por vida.
Sin embargo, en la actualidad, la dieta de eliminación también se está poniendo en práctica para fines estéticos. Para este fin, la dieta promete movilizar los depósitos de grasa en el organismo, y la pérdida de hasta cinco kilos en tan solo una semana.
Puede completarse con un plan alimenticio de mantenimiento durante dos meses más, que permitirá perder 15 kilos en total. Como los alimentos que se consumen durante la dieta no aportan la energía suficiente, los depósitos de grasa se movilizan y finalmente se eliminan.
Plan de acción
Durante esta fase, es de carácter obligatorio beber dos litros de agua al día y realizar actividad física diaria, como caminar o andar en bicicleta. La duración recomendable es de una semana, ni un día más, ni un día menos.
Adicionalmente, los desayunos deben ser ligeros. Con un café o té, una tostada de pan y 200 gramos de fruta, es suficiente. Es recomendable preferir las preparaciones al horno o a la plancha, y está permitido realizar hasta seis mini comidas al día. Para los almuerzos y cenas, se alternarán los alimentos:
■ Lunes: verduras.
■ Martes: carnes.
■ Miércoles: clara de huevo.
■ Jueves: lácteos.
■ Viernes: pescados.
■ Sábado: frutas.
■ Domingo: cualquier tipo de alimentos, siempre y cuando sean bajos en grasa y carbohidratos.
Reglas de oro
Sean cuales sean los motivos por los cuales se desee llevar a cabo la dieta de eliminación, es primordial tomar en cuenta estas recomendaciones:
■ Escribir en un calendario las comidas que se consuman, incluyendo la cantidad y cualquier efecto secundario que se note.
■ Evaluar los niveles de energía durante el día, y la calidad del sueño en las noches.
■ Mantener un registro de las evacuaciones diarias.
■ Anotar en un calendario todo lo que se come, y no olvidar identificar los síntomas inmediatos que se experimenten después de hacerlo.
■ Decidir cuáles serán las comidas que se desee eliminar durante la dieta.
■ Introducir lentamente los alimentos eliminados, y anotar cualquier cambio físico o mental que se observe.
■ Asegurarse de volver a introducir un alimento a la vez, para poder detectar cuál es el que está haciendo daño.
■ Recordar que todo el tratamiento debe estar monitoreado por un médico especialista.
Fase final
Es recomendable introducir los alimentos lentamente después de completar la dieta de la eliminación. A menudo, volver a ingerir demasiada comida puede causar una reacción negativa, con efectos parecidos a los de una alergia, en algunos casos. Se puede empezar con media porción cada día durante dos o tres días. Si no ocurre ninguna manifestación, se recomienda monitorear cuidadosamente los resultados después de volver a introducir ese alimento.
Es importante marcar las reacciones que causen algún tipo de preocupación, y mostrárselas a un médico o nutricionista.
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