En un estudio realizado por Nuffield Health sobre los gimnasios reportó datos escabrosos, como que el 74% de las personas nunca limpian las máquinas después de trabajar en ellas.
Otro dato interesante es que el 49% utiliza botellas, toallas y productos higiénicos que no le pertenecen, que el 18% asiste aún estando enfermos, y que el 16% no lava su ropa entre sus asistencias.
Todo esto explica, sin ánimos de evitar que te alejes del gimnasio, que estos lugares sean focos de distintas enfermedades.
Consejos básicos
Para reducir el peligro de contraer verrugas, pie de atleta, u otros padecimientos asociados al deporte, sigue estos consejos.
■ Evita elegir gimnasios superpoblados para tu entrenamiento.
■ Verifica que las instalaciones y los equipos sean limpiados varias veces al día.
■ Sécate el sudor con una toalla pequeña de uso personal.
■ Siempre que vayas a usar una máquina, coloca una toalla para evitar el contacto con el sudor de otros.
■ Después de usar cualquier aparato o herramienta, como pesas o colchonetas, limpia tus manos con un gel anti-bacterial.
■ Aunque utilices medias, acostúmbrate a colocar talco antiséptico en tus pies para mantenerlos libres de humedad.
■ Al menos una vez al mes, sumerge tus pies en agua limpia con una medida de cloro para prevenir la aparición de hongos.
■ Evita tomar agua directamente de los bebederos, o en vasos que no sean desechables.
■ Para transportar el agua, las bebidas energéticas o batidos, prefiere los termos de metal y evita los de plástico, que son más susceptibles a guardar bacterias. Es importante que los laves a diario con jabón y agua caliente.
■ Cuando te duches, utiliza chancletas - evita tocar el suelo con los pies descalzos; opta por los jabones antisépticos, y sécate muy bien.
■ No entrenes con ropa que ya hayas usado previamente. Utiliza ropa limpia cada día.
■ Empaca la ropa sudada en una bolsa plástica dentro de tu bolso, y lávala apenas llegues a tu casa.
■ Si utilizas tu teléfono móvil, tableta o reproductor de música, limpíalos con una toalli-ta húmeda desinfectante al terminar de entrenar.
■ No vayas al gimnasio si tienes alguna herida abierta, o una enfermedad contagiosa, como gripe o alguna afección de la piel.
Focos de infecciones
Existen diversas áreas para el ejercicio o la recreación en las que se puede tener contacto con bacterias.
En las piscinas, por ejemplo, suele albergarse el protozoo Cryptosporidium, que es resistente al cloro y puede provocar problemas estomacales por un tiempo prolongado. En las bañeras de hidromasajes puede hospedarse la pseudomona aeruginosa, una bacteria responsable de la presencia de folículos, mientras que otros hongos y virus, las bacterias fecales y los estafilococos, prefieren espacios como los vestuarios y las duchas.
Es importante tomar las medidas adecuadas para evitar contraer infecciones en estas áreas, sin dejar de lado las rutinas de actividad física y el tiempo destinado al esparcimiento.
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