Seguramente sabes que hacer un desayuno correcto y completo, es un hábito beneficioso y fundamental para el organismo, y que bajo ningún concepto es recomendable que lo pases por alto. Ten en cuenta que, el ayuno, no aporta nada, por el contrario, puede causarte serios problemas a largo plazo.
Además de la importancia vital de la primera comida del día, tu cuerpo requiere mantener otros cuidados básicos, pues este también necesita alimento en forma de estiramientos, para así empezar el día con suficiente vitalidad y energía. Incluye algunas nuevas rutinas cada mañana, esto te permitirá despertar con energía y renovadas fuerzas.
Ritmo controlado
Generalmente, durante las mañanas, tiendes a ajustar el tiempo para aprovechar al máximo los minutos en la cama, lo cual te lleva, luego, a comenzar el día a mil por hora. Lo ideal sería poner tu cuerpo en marcha poco a poco.
El secreto está en hacer movimientos y estiramientos suaves, respirando profundamente. Esto te ayudará a despertar por completo y a despejarte lo suficiente, antes de comenzar tu jornada. Puedes hacerlo con calma, la idea es que la activación sea paulatina.
Antes de levantarte
Respira. Acostada boca arriba, respira Mueve las piernas y articulaciones. profundamente y con el cuerpo relajado. Llena el abdomen y ve soltando el aire muy despacio. Los bostezos te ayudarán muchísimo, y más si les añades sonido.
Manteniendo las piernas estiradas, deberás hacer movimientos de los pies hacia adelante y hacia atrás, relajando y calentando las articulaciones y los gemelos.
Estira la espalda. Boca arriba, flexiona una pierna y crúzala por encima de la otra, mirando hacia el lado opuesto, creando una torsión en la espalda. Puedes tomarla rodillaflexíonada con la mano opuesta. Repite con la otra pierna.
Levántate con cuidado. Es importante Relaja el cuello. Esta es una de las ~ue tomes tus previsiones al momento partes más importantes para estirar.
Calienta las cervicales antes de empezar el día, moviendo el cuello de lado a lado, muy despacio, y de adelante hacia atrás.
Trabaja brazos y articulaciones. Haz rotaciones de muñecas y estira los brazos en paralelo, como si quisieras tocar el techo de la habitación. Da un buen bostezo para terminar, con los brazos en la cabeza, y estírate por completo suavemente.
Rutinas complementarias
Si el horario te lo permite, una vez hechos los estiramientos, algo que sienta de maravilla es salir a caminar de 20 a 30 minutos. Antes, toma un desayuno ligero, por ejemplo, un jugo con una tostada o yogur. Pero, si eres de las que prefieren salir a caminaren ayunas, y mover las piernas aprovechando la energía matutina, adelante.
Si te creas la rutina de despertara la misma hora para hacer ejercicio, tu cuerpo estará más preparado, y lo harás con más energía y vitalidad, la misma que podrás aprovechar y disfrutar a lo largo del día.Trata de adelantar el despertador unos minutos, y levantarte con entusiasmo sabiendo que vas a dedicar los primeros momentos del día a sentirte mejor.
Momento ideal
El tiempo que te tome es lo de menos, no te preocupes por eso, solo serán algunos minutos para estabilizar tu metabolismo, y comenzar a sentirte activa y despierta progresivamente; de esta manera, estarás evitando posibles dolores musculares o contracturas a lo largo del día. Haz memoria y recuerda, seguramente más de una vez te has levantado con mucho dolor de espalda o cuello, por haber dormido con una mala postura.
La mañana es el momento ideal para desentumecer los músculos y lubricar las articulaciones con unos simples estiramientos, siempre teniendo en cuenta que estos deben ser muy suaves, ya que en las primeras horas del día, el cuerpo no está preparado para realizar grandes esfuerzos.
Tips: Repeticiones
Procura realizar unas cinco veces como mínimo cada ejercicio, y aumentar la frecuencia dependiendo de la comodidad que sientas al momento de practicarlos.
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